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Brasil vuelve a endurecer impuestos para contener la revaluación del real

El Gobierno brasileño endureció hoy su política tributaria para los préstamos contratados en el exterior en un nuevo intento de atajar la revaluación del real frente al dólar, que atribuye a la "guerra cambiaria" desatada por la crisis global.

12 de marzo de 2012


Según un decreto publicado hoy en el Diario Oficial, a todos los créditos contratados en el exterior con vencimiento pactado a cinco años se les aplicará a partir de ahora el Impuesto sobre Operaciones Financieras (IOF), que grava esas operaciones en un 6 %.

El pasado día 1, el Gobierno ya había decidido ampliar el plazo de incidencia de ese tributo de dos a tres años a fin de inhibir el ingente ingreso de divisas, que presiona hacia abajo la cotización del dólar respecto al real.

La ampliación ahora de esa obligación impositiva para préstamos contratados a cinco años fue considerada una vuelta de tuerca más en la política adoptada por el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff para "defender" al país de lo que califica de "tsunami financiero".

El ministro de Hacienda, Guido Mantega, ha justificado medidas de ese corte con el argumento de que "los países más desarrollados están emitiendo dinero que no va para el consumidor sino para el sector financiero, que debe aplicar esos recursos" y lo hace en "los mercados emergentes más sólidos", como es el caso de Brasil.

En las últimas semanas, para impedir una mayor revalorización del real, el Banco Central se ha visto obligado a realizar importantes intervenciones en el mercado cambiario, que no han bastado para atajar la devaluación del dólar ante la moneda brasileña, que ya es cercana al 10 % este año, según cálculos del mercado.

Tras conocerse la nueva decisión del Gobierno, el real abrió hoy con una depreciación del 1,56 por ciento frente al dólar, moneda que se cotizaba a 1,812 reales para la compra y a 1,813 para la venta, lo que se interpretó como una reacción del mercado al endurecimiento de la política tributaria para los créditos externos. EFE