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Brasil restringe importación de mantas de Paraguay, Uruguay y China

El Gobierno de Brasil anunció la aplicación de licencias de importación no automáticas a las mantas de fibra sintética procedentes de Paraguay, Uruguay y China.

16 de mayo de 2011

Brasilia - Las autoridades brasileñas creen que China aplica prácticas desleales para vender mantas por debajo de su precio de mercado (dumping) y que, además, se sirve de los socios del Mercosur para llegar al mercado brasileño, según un comunicado del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior.

Las medidas "antidumping" se extendieron también a los tejidos utilizados para la confección de las mantas, puesto que el Gobierno brasileño cree que China también está vendiendo este material al país suramericano para terminar los productos en talleres locales y burlar así la legislación comercial.

Las licencias no automáticas suponen que las mercancías van a ser paralizadas en la aduana por un máximo de 60 días hasta que reciban el permiso de importación.

Además, el Gobierno anunció la apertura de una investigación para confirmar la sospecha de que China trata de burlar las medidas "antidumping" establecidas por Brasil.

El ministro de Desarrollo, Industria y Comercio de Brasil, Fernando Pimentel, se reunió hoy en Brasilia con su homólogo chino, Chen Deming, pero ninguno de los dos hizo referencia a esta cuestión en la rueda de prensa conjunta.

Pimentel aseguró que el objetivo de su país es elevar sus exportaciones a China un 20% este año, por encima de los US$30.785 millones facturados en 2010.

La semana pasada las autoridades brasileñas también se sirvieron del mecanismo de las licencias no automáticas para frenar la importación de automóviles.

La medida fue interpretada como una represalia a Argentina tanto por los industriales brasileños como por el Gobierno de ese país, que le ha pedido explicaciones a Brasil.

El ministro brasileño volvió hoy a negar que se trate de una represalia al país vecino y argumentó que la medida se justifica por el aumento del déficit comercial que ha sufrido Brasil en el sector automovilístico en los últimos meses.

 

 

 

 

 

 

EFE