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Brasil promete nueva era para el Mercosur

27 de junio de 2006

Brasil asumirá la presidencia temporal del Mercosur y su canciller Celso Amorim prometió ante el de Uruguay un "new deal" (nuevo trato) para el emprendimiento, y más ayuda para este país.

Los analistas se preguntan si el Mercosur (creado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) cambiará efectivamente, más aún con el ingreso de Venezuela como miembro pleno a partir del 4 de julio.

Amorim estuvo en Montevideo el fin de semana al frente de comitivas oficiales y privadas y durante una rueda de prensa anunció no sólo el "new deal" sino una revalorización de los países más pequeños del Mercosur a quienes prometió que su país, el gigante sudamericano, ayudará.

 

Al margen de iniciativas bilaterales de integración entre estos países vecinos, Amorim pareció dejar en claro que durante la presidencia temporal de su país, trabajará en fortalecer al Mercosur y hablará de igual a igual con otros bloques.

 

Algo quedó en claro: Brasil no quiere que por ausencia de comercio en el Mercosur, sus socios se descarríen y busquen acuerdos individuales en otras partes.

En la declaración de Amorim con Reinaldo Gargano, el canciller uruguayo, se admitió la "necesidad" de atender las asimetrías que "afectan negativamente a las economías menores, entre ellas Uruguay".

 

No es esta la primera vez que esa intención se maneja por parte de los grandes. Y, hasta el momento, las diferencias se reflejan en las perturbaciones al comercio. Y no sólo por esas asimetrías, sino por cuestiones puramente políticas.

También se volvió a mencionar que hay que reducir los "desequilibrios" tanto en el proceso de "profundización" del Mercosur como en las negociaciones con terceros "tendientes a mejorar su inserción extra-regional".

 

El gobierno del presidente uruguayo Tabaré Vázquez ha tenido una posición crítica con el Mercosur que "en esta situación no sirve" y aunque quiere "más y mejor Mercosur", también se reservó el derecho de buscar una ampliación de mercados. Entre estos el de Estados Unidos y no descartó de plano un Tratado de Libre Comercio (TLC).

 

Esta perspectiva tiene muchas ramas con espinas. Una es que cuando Venezuela se integre como socio pleno al Mercosur va a tener mas resonancia su oposición a los TLC y en especial contra su archi-enemigo estadounidense.

Las diferencias no aluden sólo al problema comercial.

Uruguay y Argentina se involucraron en un enfrentamiento que llegó al lugar menos esperado: la Corte Internacional de Justicia de La Haya y reactivó el Tribunal de Controversias del Mercosur. La primera por denuncia de Argentina que intenta paralizar las obras de dos plantas de celulosa en Uruguay alegando que contaminará el medio ambiente. Uruguay que rechaza esa acusación reclamará ante el Mercosur por la ilegalidad que entrañan los cortes de dos de tres puentes sobre el Río Uruguay y que originaron perdidas por 500 millones de dólares de acuerdo al gobierno de Vázquez.