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Brasil levantará hidroeléctricas en frontera con Bolivia

Según el plan, las dos plantas tendrán una capacidad conjunta de 6.400 megawatts, su proceso de licitación comenzará en el primer semestre de este año y las inversiones previstas para las dos son de entre 12.000 millones de reales a 18.000 millones de reales (de entre 5.600 millones de dólares a 8.400 millones de dólares), dijo el ministro.

22 de enero de 2007

Brasilia.- El ministro de Minas y Energía, Silas Rondeau, afirmó el lunes que Brasil construirá dos centrales hidroeléctricas en el río Madera y que como ambas están integralmente en territorio del país no cabe un acuerdo sobre su construcción con la vecina Bolivia.

"No, no cabe un acuerdo con Bolivia sobre eso, desde el momento en que esas dos plantas están integralmente dentro de territorio nacional", dijo el ministro en conferencia de prensa en su despacho.

Las hidroeléctricas, parte de un ambicioso paquete de proyectos de infraestructura presentado en la jornada por el gobierno, no tendrán en la vecina nación "ninguna influencia, incluso en la época de grandes aguas del río Madera...", agregó.

"Eso está bastante aclarado, tuvimos reuniones... nosotros entendemos que son dos plantas que están integralmente dentro del territorio nacional y que no hay ningún problema", aseguró el ministro al ser consultado sobre si tendrían reuniones con sus pares del gobierno de La Paz para el proyecto de las hidroeléctricas.

Ministros de los dos países discutieron en Brasilia el mes pasado una serie de temas bilaterales, incluyendo los planes de las plantas, en una zona de frontera con Bolivia.

El tema surgió en noviembre cuando el canciller boliviano David Choquehuanca envió al ministro brasileño del Exterior, Celso Amorim, una carta manifestando su preocupación porque la construcción de las hidroeléctricas podrían provocar inundaciones en poblados de la vecina nación.

Los dos ministros dijeron en diciembre que para intercambiar datos sobre los planes de construcción se reactivaría un grupo ambiental, creado en 1990 entre los dos países, mientras Amorim garantizó que Brasil tomaría todos los cuidados para evitar daños al medio ambiente.

 

 

AP