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Brasil: Corte Suprema termina análisis de cargos de corrupción

El Supremo Tribunal Federal (STF) también aprobó abrir por el mismo delito --"formación de cuadrilla" o asociación para cometer un crimen-- enjuiciar a Delubio Soares, ex tesorero del Partido de los Trabajadores (PT), de Lula.

28 de agosto de 2007

Brasilia.- El Supremo Tribunal Federal aprobó el martes enjuiciar a José Dirceu, el otrora hombre fuerte del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, por un segundo delito de corrupción relacionado con un caso que estremeció políticamente a Brasil en 2005.

Tanto Dirceu como Soares ya eran reos por el delito de "corrupción activa", en un proceso autorizado el lunes tarde por el STF, según notas de la corte en su sitio de internet.

El fallo de la jornada no equivale ni a una absolución ni a condena, sino sólo que el Tribunal acepta abrir los juicios por los delitos que formuló en abril del 2006 la Fiscalía General y que pueden acarrear hasta 12 años de prisión, en el caso de corrupción. El crimen de asociación para cometer un crimen es castigado aquí con prisión de uno a tres años de cárcel.

La setencia del STF --por la condena o absolución-- no se espera sino hasta al menos un año debido a lo voluminoso del expediente que involucra a 40 personas, entre ellas Dirceu y Soares.

Para abrir el juicio "hay indicios suficientes...él (Dirceu) era la figura principal del partido", dijo en el debate en la corte el magistrado Cezar Peluso, agregando, sin embargo, que "para la condena será necesario profundizar" en las investigaciones.

Ni Dirceu, ni Soares han comparecido a la sede del Tribunal, sino que su defensa --negando cualquier irregularidad-- ha sido presentada por abogados desde el miércoles pasado, cuando el STF comenzó los debates del escándalo conocido como "mesalao" o mesada, un debate que se espera culmine en la jornada.

El Tribunal ya aceptó abrir juicio por delitos de corrupción a 37 de los 40 acusados por la Fiscalía en 2006, un año después que estalló el escándalo por boca de un entonces aliado al gobierno, Roberto Jefferson, quien dijo que Dirceu y directivos del PT pagaron entre 2003 y 2004 mesadas o sobornos de unos 13.000 dólares al mes a congresistas para que votaran a favor del gobierno. Los fondos serían tanto públicos como privados.

El PT niega los sobornos, pero sí admite que "ayudó" a aliados a pagar deudas de campañas.

Jefferson exoneró de su denuncia a Lula, diciendo que estaba ajeno de los supuestos manejos. En su acusación, la Fiscalía indicó que las responsabilidades en el caso eran individuales y dejó a Lula fuera del proceso.

En pocas semanas, el escándalo provocó la renuncia de Dirceu --quien alguna vez fue calificado por Lula como el "capitán del equipo" de gobierno y uno de su más cercano amigos desde los 80-- y después lo hizo la directiva del PT.

Analistas dudan que el proceso pueda de inmediato provocar daños a Lula o a su gobierno, con nuevas denuncias o acusaciones a otros funcionarios, debido a que hasta ahora el mandatario no ha sido mncionado en los debates ni por la Fiscalía ni por los magistrados del Tribunal.

"Por más que me esfuerzo no consigo ver un impacto en Lula", dijo Carlos Lopes, de la firma consultora política Santafe Ideias. "Claro que ahora, cuando comience el juicio, pueden surgir hechos nuevos, pero lo veo difícil. Esta gente (los acusados), sólo quiere librarse" o ser absueltos, añadió telefónicamente. 
 

 

 

AP