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Bolivia: reportan trabas en nacionalización

17 de julio de 2006

Las negociaciones con las petroleras internacionales cuyos activos en Bolivia fueron objeto del proceso de nacionalización marchan lentas y con trabas, según declaraciones del ministro de Planeamiento, Carlos Villegas, publicadas el domingo.

 

"Hay trabas, el proceso es lento debido a que estas empresas son las que perderán una cantidad mayor y nadie pierde voluntariamente recursos. Entonces son negociaciones duras", dijo Villegas al diario El Deber, de la ciudad oriental de Santa Cruz.

El rotativo señaló que las tratativas están "congeladas" y que el gobierno no ha podido obtener el 50% más uno de las acciones en Andina, controlada por la hispano-argentina Repsol YPF; en Chaco, controlada por una subsidiaria de la británica British Gas; y en Transreded, por la anglo-holandesa Shell y un consorcio estadounidense.

Indicó que la única empresa que se ha mostrado activa desde la "nacionalización de los hidrocarburos" decretada en mayo por el presidente Evo Morales, es la estatal venezolana PDVSA, que sin licitaciones mediante sino de forma directa se ha asociado con el estado boliviano para explorar hidrocarburos e industrializar el gas boliviano.

 

Morales mantiene una estrecha alianza con el mandatario venezolano Hugo Chávez, de quien la población boliviana considera que comete injerencia en la política nacional, según una encuesta de la empresa Apoyo recientemente publicada.

 

El decreto de nacionalización establece que desde el 1 de mayo hasta el 1 de noviembre el gobierno y la más de una veintena de petroleras que operan en Bolivia deben firmar nuevos contratos de forma que ellas entreguen a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) toda su producción y reconozcan nuevos impuestos.

 

El gobierno sostiene que merced a la nacionalización logrará ingresos adicionales por US$300 millones este año, por encima de los alrededor de 1.300 presupuestados por las ventas de gas a Brasil y Argentina.

 

Sin embargo, la "nacionalización" parece haber cerrado las puertas a lograr un entendimiento para incrementar los precios del gas que se vende a Brasil.

 

La empresa mixta brasileña Petrobras es una de las más afectadas por el proceso, puesto que además de aportar con buena parte de esos 300 millones de dólares está obligada a ceder el 50% más uno de las acciones en una empresa refinadora.

 

Petrobras ha congelado todas sus inversiones en Bolivia y señaló el jueves, tras una segunda ronda de negociaciones, que no está de acuerdo con elevar los precios del gas, al margen del contrato vigente que permite un aumento paulatino en función del precio internacional de algunos combustibles.

 

Conforme al contrato con Brasil, Bolivia debe recibir en breve 4 dólares por millón de BTU (unidad térmica británica) en boca de pozo y cerca de 4,60 en frontera. El gobierno boliviano habla de que quisiera hasta 7 dólares.

 

Morales ha presentado como logro de la nacionalización el que Argentina aceptara pagar 5 dólares por BTU, desde el 15 de julio hasta fin de año.

 

El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva reconoció esta semana que la "nacionalización" tensó tanto el clima político en su país y que algunos sectores incluso le reclamaron "invadir" Bolivia.   El experto Carlos Kinn dijo a El Deber que "la nacionalización de hidrocarburos no es otra cosa que la ejecución de lo que ya estaba planteado en la Ley de Hidrocarburos 3058".  
"El denominativo nacionalización obedece a dos factores: uno, haber sido una oferta electoral y otro, que la ley plantea la recuperación de propiedad de los hidrocarburos. No es una nacionalización clásica en la que se confisca los bienes y se las expulsa, o sea, puede llamarse nacionalización flexible", agregó.
 
FUENTE: AP