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Bolivia espera informes de Brasil sobre represas

El canciller David Choquehuanca dijo el martes a los periodistas que "ustedes conocen la carta (de reclamo). Nosotros hemos solicitado que se realicen todos los impactos, no sólo los ambientales, sino los sociales, ya que esto puede traer consecuencias negativas para nosotros", indicó. Se refirió así a un mensaje que envió a su par Celso Amorim la semana pasada.

17 de julio de 2007

La Paz.- Bolivia espera que Brasil le brinde información sobre el "impacto social" de las represas que el gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva ha decidido construir en un río binacional amazónico, ante el rechazo de diferentes sectores en este país.

Choquehuanca declaró en las puertas del Congreso, poco antes de presentarse a una sesión reservada de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado sobre el asunto, que Bolivia espera recibir información más amplia en las reuniones que equipos técnicos de ambos gobiernos sostendrán antes de fin de mes, en fecha aún no determinada.

"No podemos afirmar en este momento cuáles serían las consecuencias, por eso necesitamos estos estudios, necesitamos que los estudios digan cuáles van a ser los impactos que vamos a tener si es que se construyen estas represas, como lo ha anunciado Brasil", insistió.

El gobierno brasileño planea edificar las represas sobre el río Madera, que comparten Brasil y Bolivia, y ha señalado que el proyecto es de vital importancia para cubrir sus necesidades energéticas.

El gobierno de Lula indicó que no cejará en su intento de construir la obra, en un aparente distanciamiento con La Paz después de que el presidente Evo Morales emitiera en junio un decreto que obligó a la empresa estatal Petrobras a vender sus dos refinerías de petróleo en Bolivia.

En tanto, representantes en el Congreso de los departamentos fronterizos de Pando y Beni anunciaron que, al ser los más afectados en Bolivia, llevarán al Parlamento Amazónico su rechazo a las represas a partir de las cuales Brasil planea instalar dos hidroeléctricas que aportarían el 8% del consumo de ese país.

El Parlamento Amazónico está conformado por los congresos de las repúblicas de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana, Perú, Surinam y Venezuela.

Bolivia también vende gas natural a Brasil, que destina parte del combustible a la producción de termoelectricidad.

 

 

AP