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Bogotá no se salvó del veto de la FIFA

Según un informe reciente, la capital colombina se encuentra a 2.610 metros sobre el nivel del mar, pero durante años se habló de 2.650.

4 de junio de 2007

Bogotá.- La decisión de la FIFA de prohibir partidos internacionales de fútbol a más de 2.500 metros de altura provocó en Colombia hacer una medición exacta en Bogotá y en particular la del estadio El Campín. ¿El resultado? La capital colombiana quedó descartado por aproximadamente 53 metros.

Luego del pronunciamiento de la FIFA, se especuló que la cancha estaría a 2.470 por lo que el Instituto Geográfico Agustín Codazzi efectuó una medición oficial para despejar cualquier duda.

León Gómez, funcionario de la entidad estatal, anunció el lunes que El Campín está a 2.552 metros y 62 centímetros de altura, es decir que Bogotá, por menos de 53 metros, queda en el grupo de ciudades vetadas.

José Tapias, director del Instituto Distrital para la Recreación y Deportes, se preguntó cuál sería la evaluación de la FIFA desde el punto de vista médico de permitir la realización de partidos a 2.490 metros del altura y no a 2.505 metros.

"Es la reflexión que nos pone a pensar que los interés de salud de la FIFA no son los de nosotros", dijo Tapia tras conocer el informe.

En su opinión de mantenerse la medida el efecto sería de domino y en Bogotá y las ciudades a más de 2.500 metros de altura no se podrían efectuar las eliminatorias de la Copa Mundial, así como partidos de las copas Libertadores y Sudamericana. También pone en duda la realización de los Juegos Panamericanos que esta ciudad aspira a llevar a cabo en el 2015.

"Si la decisión no tiene retroceso, entonces digámosle a nuestra juventud que juegue poker, si no podemos hacer actividad física en una ciudad donde hemos tenido un mundial de ciclismo, juegos nacionales, torneos internacionales de tenis, una media maratón", manifestó.

Tapias cree que el mensaje es erróneo si el argumento de la FIFA es de salud.

"Realmente no sabemos el concepto real, si es una salud económica, comercial. Es un mensaje que la ciudad no puede permitir", concluyó.

 

 

AP