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Bernanke augura que la recuperación empezará en el 2010

16 de marzo de 2009

(LONDRES) El banquero más importante de Estados Unidos anticipó una recuperación económica para el 2010, aunque dijo que la mayor amenaza para el repunte era la ausencia de medidas políticas, al tiempo que la aseguradora AIG enfureció al país con sus pagos de bonos a ejecutivos.

Los mercados globales tuvieron una reacción silenciosa al compromiso que acordaron el fin de semana las naciones del G20 de concentrar sus esfuerzos en combatir la crisis económica, pero se animaron con la noticia de que los tres bancos líderes de Estados Unidos fueron rentables en los primeros meses del año.

"Pareciera que se desvanece el temor general acerca del sector financiero estadounidense", comentó Noritsugu Hirakawa, un estratega de Okasan Securities en Japón.

"Al menos, decrece la aversión al riesgo y no hay decepción por el lado del G20", comentó Patrick Jacq, estratega de tasas de interés de BNP Paribas en París.

Las acciones del banco británico Barclays saltaban un 14,6 %, después que de confirmó rumores sobre su posible venta de la división iShares, lo que lo ayudaría a evitar pedir dinero al esquema de protección de activos de Reino Unido.

El índice londinense FTSE subía un 1,35 %, liderado por los títulos financieros, mientras la confianza de los inversionistas mejoraba luego de la mejoría en la salud del sector bancario de Estados Unidos.

El dólar caía, pero la escalada de papeles financieros elevaba a los mercados europeos.

Los mercados japoneses recibieron el apoyo de un reporte acerca de que el Banco de Japón estaba analizando la compra de deuda subordinada emitida por los bancos para reforzar sus capitales e inyectar préstamos en la segunda mayor economía del mundo.

El petróleo descendía US$2 , a US$44  por barril, luego de que la OPEP resistió el domingo la solicitud de seguir reduciendo la producción y mantuvo sus metas sin cambios, temerosa de la salud de la economía mundial.

La voluntad estadounidense

El domingo se reveló que la aseguradora American International Group (AIG) acordó grandes bonos a sus empleados y pagó miles de millones de dólares a bancos europeos y firmas de inversión de Wall Street. Esto será una prueba de fuego para la voluntad de los estadounidenses de financiar su rescate.

Altos asesores del presidente Barack Obama y líderes demócratas y republicanos en el Congreso manifestaron su enojo con AIG, que ya recibió US$173.000 millones de los contribuyentes y pagó US$165 millones en bonos a sus empleados.

Mitch McConnell, líder republicano en el Senado, dijo que esto era "un escándalo" y que el Gobierno de Obama necesitaba hacer más. "Esto me enferma", escribió un lector del sitio de internet del New York Times, expresando lo que sienten muchos.

Los bonos fueron dirigidos a empleados de la misma división que arruinó a la firma mediante la emisión de derivados que aseguraban activos riesgosos por miles de millones de dólares.

AIG también reveló que Goldman Sachs y varios bancos europeos fueron los beneficiarios de pagos por US$93.000 millones que había hecho a sus socios.

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, reconoció la profundidad del resentimiento público contra instituciones como AIG, pero dijo que el rescate era necesario para proteger a la economía y los empleos del país.

"Me importa Wall Street por una razón, una sola: porque lo que sucede en Wall Street impacta en la calle", sostuvo.

En una inusual entrevista a CBS, Bernanke sostuvo que era razonable prever que la recesión finalizaría este año y que el 2010 sería un año de recuperación.

"Vemos que la recesión probablemente llegue a su fin este año", comentó. "Vemos recuperación a contar del próximo", agregó. "El mayor riesgo es que, usted sabe, no tengamos la acción poítica", afirmó. "No tengamos el compromiso para resolver este problema", puntualizó.

 

 

(REUTERS)