Home

Noticias

Artículo

Bancos latinoamericanos ven que el crédito se aprieta.

2 de octubre de 2008

SAO PAULO - Los bancos de América Latina, ya golpeados por una baja de las acciones financieras este año, verán una fuerte desaceleración del crecimiento de préstamos debido a una escasez de liquidez que golpea a los mercados mundiales.

A diferencia de varios bancos de Europa, Asia y Estados Unidos, las firmas de América Latina tienen poca o ninguna exposición a Lehman Brothers Holdings Inc o a créditos de alto riesgo.

Sin embargo, los problemas de liquidez de los mercados mundiales ya han elevado los costos de pedir prestado y han reducido drásticamente el crédito disponible en la región, amenazando a economías pujantes, como Brasil o México, con una desaceleración.

La financiación de operaciones de comercio exterior no ha desaparecido en Brasil y ha recibido un golpe en Chile, mientras que en Venezuela el Gobierno ha ordenado a los bancos que establezcan un fondo para cubrir posibles pérdidas por inversiones en activos de Merrill Lynch y Lehman.

En Argentina, los bancos han sufrido una desaceleración de créditos y depósitos, y en México ha aumentado la morosidad.

Bradesco, el mayor banco privado de Brasil, redujo el plazo para créditos automotores a entre 48 y 60 meses desde un máximo anterior de 72 meses, mientras que los créditos personales respaldados por salarios ahora se ofrecen como máximo a 60 meses, frente a los 84 meses de antes.

MAS ATENCION

El banco brasileño también se ha vuelto más selectivo en préstamos a consumidores y grandes corporaciones.

"En una situación como ésta ponemos más atención a algunos clientes y sectores dada la baja de las líneas de intermediación financiera", dijo Norberto Pinto Barbedo, vicepresidente ejecutivo de Bradesco para medianas y grandes empresas.

Los préstamos bancarios en Brasil crecieron un 31,8 por ciento en agosto, respecto al mismo mes del 2007, pero el banco central pronostica que caerán fuertemente en los próximos meses y terminarán el 2008 con un incremento de un 22,5 a un 25 por ciento.

Para el 2009, los préstamos podrían crecer un 19 por ciento, según la Federación de Bancos Brasileños.

En México, los préstamos a consumidores y compañías, que se habían expandido a una tasa explosiva del 50 por ciento en el 2005 y el 2006, se incrementaron un 24 por ciento en el 2007 y sólo un 11 por ciento en agosto del 2008, ya que los bancos se han vuelto más cautos.

Los préstamos corporativos en México deberían compensar una disminución en los créditos de consumo, que han sido golpeados por deudas vencidas. Sin embargo, incluso los créditos a empresas corren el riesgo de perder fuerza si Estados Unidos se sufre una crisis económica más profunda.

"El problema de préstamos vencidos en México ha sido estrictamente en segmentos de préstamos de consumo, concentrados en tarjetas de crédito. Pero si la situación económica mundial sigue deteriorándose (...) sin dudas, eso podría afectar al sector productivo de México", comentó Alejandro García analista de Fitch Ratings.

El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, prometió una línea de crédito desde los bancos estatales frente a la preocupación a que una caída de los préstamos amenace al crecimiento.

Su par mexicano urgió a los bancos a que no frenen el flujo de crédito para proyectos de infraestructura e inmobiliarios pese al colapso en Estados Unidos.

PRESTAMOS TOXICOS

Los bancos en algunos países de América Latina podrían estar más aislados de las turbulencias financieras que en otros lugares, según analistas.

El sector bancario de Colombia sólo tiene unos 6.900 millones de dólares, de sus 92.000 millones de dólares en activos, en inversiones en el extranjero, dijo la superintendencia financiera de dicho país.

Los bancos colombianos depositaron 70 millones de dólares en Lehman Brothers, un gran banco de inversión de Estados Unidos que cayó por la crisis. Pero las leyes colombianas prohíben que las instituciones locales inviertan directamente en títulos hipotecarios de Estados Unidos, que estuvieron en el corazón de la crisis crediticia.

"Ningún banco controlado por la superintendencia tiene exposición directa a los préstamos tóxicos que han causado este problema internacional", dijo el superintendente César Prado.

La situación es similar en Argentina, donde los controles de capital dificultan las inversiones de bancos en activos extranjeros.

"El sistema financiero de Argentina ha reducido los canales de contagio (de la crisis financiera de Estados Unidos)," comentó Francisco Prack, economista en jefe del Grupo SBS, una consultora y correduría en Buenos Aires.

"Los bancos argentinos básicamente tienen activos argentinos, es muy inusual que estén expuestos a otros países, al menos, en forma significativa", explicó.

Los bancos de América Latina han tenido que lidiar con hiperinflaciones, volatilidad política y devaluaciones monetarias a lo largo de las décadas de 1980 y 1990, por lo que son más cautos que los de Estados Unidos.

Las crisis bancarias de la región también forzaron a los Gobiernos a implementar regulaciones más estrictas.

 
(Reuters)