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Bancos europeos con problemas de solvencia tendrán 6 meses para corregirlos

Los ministros de Finanzas de la UE acordaron que los bancos europeos a los que se les detecten debilidades en las pruebas de solvencia que se publicarán en junio tendrán seis meses para resolverlas y deberán recurrir al dinero público sólo como último recurso.

17 de mayo de 2011

Bruselas - Según señalaron los ministros en un comunicado, los Estados miembros de la Unión Europea deberán tener listas antes de la publicación de los resultados de los exámenes "estrategias específicas y ambiciosas para la reestructuración de las instituciones vulnerables".

En función de cada caso -indicó el Ecofin- las medidas pueden ser de muy diversa índole e incluir elementos públicos y privados.

Los ministros, sin embargo, dejaron claro que prefieren soluciones por la vía privada en caso de que las pruebas revelen la necesidad de una inyección de capital.

"El uso de fondos públicos sólo estará disponible como último recurso, en caso de necesidad y sujeto a estricta condicionalidad", señalaron.

Además, recordaron que en caso de que un Estado acuda en ayuda de una entidad, deberá remitir a Bruselas un plan de reestructuración de la misma conforme a las normas del mercado único.

En principio, los bancos en los que se detecten problemas contarán con un periodo de tres meses para presentar "planes claros" para afrontar sus vulnerabilidades, con la opción de extenderlo como mucho a seis meses, es decir, hasta finales de noviembre.

Esta es la tercera ronda de exámenes de solvencia a las principales entidades financieras europeas, desarrollada con el fin de identificar las necesidades adicionales de capital y fomentar la confianza de los mercados hacia el sector financiero europeo.

Las anteriores pruebas de solvencia, publicadas en julio de 2010, evaluaron la capacidad de 91 entidades financieras para hacer frente a un escenario de serio deterioro económico, de las que sólo siete suspendieron la prueba (cinco cajas de ahorro españolas, un banco alemán y otro griego).

Sin embargo, algunos de los bancos que pasaron aquella prueba en Irlanda, como el Allied Irish Bank, necesitaron después inyecciones de dinero público, levantando dudas sobre la correcta capacidad de evaluación de las pruebas.

 

 

 

(Efe)