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Bachelet dice que no pretende mediar entre Venezuela y EE.UU.

En respuesta a una pregunta de un corresponsal sobre la posibilidad de que mediara entre los gobiernos de Venezuela y Estados Unidos, Bachelet manifestó que "Chile siempre ha estado disponible para apoyar iniciativas de ser país puente, interlocutor, de cualquier situación, y estamos hablando tanto en lo político como económico".

20 de diciembre de 2006

Santiago de Chile.- La presidenta Michelle Bachelet estima que América Latina no tiene una voz que sea muy escuchada y negó la posibilidad de intentar mediar entre Venezuela y Estados Unidos.

"Es hora ya de pasar de discursos muy potentes sobre integración a actos concretos de integración", dijo la mandataria en rueda de prensa este miércoles con corresponsales extranjeros.

"Pero -precisó- no pretendemos ser interlocutores entre dos presidentes. Los presidentes tienen interlocución directa y, por lo tanto, no pretenderíamos jamás un rol de esa naturaleza".

Agregó que "si alguien nos pide interlocución la hacemos. Ofrecemos todo nuestro apoyo a cualquier tipo de conflictos que puedan existir, pero somos extremadamente respetuosos y cuidadosos en el sentido de no arrogarnos atribuciones que no nos corresponden".

La presidenta, quien asumió hace nueve meses el poder, afirmó que en este periodo ha tenido logros, pero también conflictos. El principal de esos desafíos que debió enfrentar a mediados de año fue una rebelión estudiantil.

Una de las situaciones que también le suscitó problemas internos fue la decisión de abstenerse en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y no apoyar ni a Venezuela ni Guatemala. Ante la falta de respaldo necesario a ambos países, se buscó un candidato de consenso que terminó siendo Panamá.

"América Latina muchas veces tiene una voz que no es muy escuchada y nosotros requerimos que la voz que esté sentada en el Consejo de Seguridad tenga la fuerza y la legitimidad para representar al conjunto de países", afirmó Bachelet.

Apuntó que "a veces nos ha preocupado que América Latina no se ve, no es tomada en cuenta, no es considerada un actor relevante". Dijo que por eso Chile se ha preocupado de abrir espacios y que en lo económico se ha traducido en 54 acuerdos de libre comercio que ha suscrito.

Destacó que ha habido una serie de elecciones limpias en las que en algunos casos se han elegido "gobiernos progresistas". Afirmó que en conversaciones con sus colegas latinoamericanos ha coincidido en la necesidad de profundizar los cambios sociales y que no desea entregar recetas, pero que "creo que en muchos países se requiere con más fuerza de políticas sociales".

Bachelet se refirió también a la reciente muerte del ex dictador Augusto Pinochet y defendió su decisión de no rendirle honores de jefe de estado ni decretar duelo nacional. Dijo que a pesar de cierta tensión que provocó su sorpresivo fallecimiento y actos de violencia de partidarios y detractores, todo volvió a la normalidad rápidamente.

La jefa de estado criticó también a la oposición derechista, que ha acentuado su beligerancia contra la mandataria y su gobierno a propósito de algunos actos de corrupción de funcionarios menores.

"Me parecen extraordinariamente ofensivas para el pueblo de Chile" las afirmaciones de la derecha de que el gobierno ganó las elecciones por haber comprado votos, dijo la mandataria. Y añadió que "si fuera por dinero, la derecha habría ganado siempre las elecciones".

Bachelet se mostró satisfecha del cumplimiento de las 36 medidas que se comprometió a realizar en los inicios de su gestión de cuatro años. Políticamente dijo que su gobierno todavía tiene pendiente la reforma del sistema electoral y el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios, a los que la derecha se ha negado a otorgar su necesario apoyo legislativo.
 
 
 
AP