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Argentina también pone restricciones a las importaciones de libros

La Asociación Internacional de Editores (IPA) denunció hoy las restricciones que Argentina impone a la importación de libros y afirmó que estas medidas "amenazan la educación, la diversidad cultural y los derechos humanos".

30 de mayo de 2012

Ginebra - En una carta abierta remitida a la presidenta argentina, Cristina Fernández, el secretario general de la IPA, Jens Bammel, hace referencia al "impacto perjudicial de diversas regulaciones, resoluciones y decretos que restringen la importación (en Argentina) de libros, papel y otros bienes" relacionados con esta industria.

En opinión de los editores, estas medidas "violan importantes derechos humanos de los argentinos" y "debilitan la libre circulación de trabajos culturales, políticos y educativos".

"Hacemos un llamamiento a su Gobierno a que excluya los libros y el material relacionado de las restricciones a la importación, así como a garantizar la libertad de publicación y la libertad de expresión en Argentina", señaló el secretario general de la IPA.

Los editores se declaran "alarmados" por el reciente número de obstáculos que se encuentran cuando quieren vender sus productos en el país sudamericano, con restricciones a la importación, requerimientos de certificación y limites en los pagos.

"En la práctica, esto significa que el flujo de libros que entra en Argentina se ve severamente obstaculizado. Esto a su vez significa que se impide a los lectores argentinos tener acceso a literatura extranjera, publicaciones científicas, libros de texto escolares y universitarios y otras fuentes de información".

La IPA considera que se puede discutir que otros bienes extranjeros puedan ser sustituidos por productos nacionales, pero "es imposible -señala- generar la variedad de contenido cultural que ofrecen los editores en español en todo el mundo y en otras lenguas únicamente a través de las creaciones argentinas".

"Es la diversidad global de los trabajos literarios lo que convierte en inapreciable estas importaciones para la sociedad argentina", agrega la IPA, que advierte de que la medida "tendrá exactamente el efecto contrario al previsto en el corto plazo".

La carta concluye indicando que la restricción a la importación de libros y otros materiales "hará a Argentina más pobre en todos los sentidos", y argumentando que "no fortalecerá a la economía argentina", sino que "debilitará a la sociedad en su conjunto".

La Asociación Internacional de Editores, con sede en Ginebra, agrupa a 60 asociaciones nacionales de 55 países, que generan unas ventas anuales de 112.000 millones de euros.

Tiene estatus de observador en las organizaciones de Naciones Unidas e incluye entre sus principales objetivos la promoción del alfabetismo y de la lectura, la libertad de publicación y el desarrollo y la protección de los derechos de autor.

La semana pasada, la Unión Europea (UE) pidió consultas con Argentina en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en relación con una serie de medidas del Gobierno argentino que, según Bruselas, obstaculizan el libre comercio.

La UE denuncia medidas como la declaración jurada anticipada de importación, las licencias no automáticas de importación, los certificados de libre circulación y otros trámites y condiciones a los importadores que, desde la perspectiva comunitaria, son discriminatorias y no pueden justificarse bajo las reglas de la OMC.

Argentina, por su parte, ha argumentado en repetidas ocasiones que son falsas las alegaciones de que restringe las importaciones y acusa a los países desarrollados de ser ellos los que aplican estas restricciones en detrimento de los países en vías de desarrollo.

EFE