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Argentina: consideran positiva negociación con Club de París

La próxima negociación del pago de la deuda argentina con el Club de París es una buena señal hacia el exterior, y facilitará la llegada de inversiones y la reinserción del país en el mercado financiero, según analistas financieros.

16 de noviembre de 2010

Buenos Aires.- La presidenta Cristina Fernández anunció el lunes que el Club de París aceptó negociar el pago de la deuda de US$6.700 millones que Argentina mantiene desde 2001 con el grupo de 19 países, y que las tratativas se harán sin la intervención del Fondo Monetario Internacional, (FMI).

"Es un paso necesario y razonable para acercarse al mercado de capitales, teniendo en cuenta que Argentina está muy castigada, porque sus bonos son de los que pagan más intereses en el mundo", dijo el viernes a AP Adrián Rozanski, de la consultora Delphos Investment.

Para Milagros Gismondi, de Orlando Ferreres y Asociados, "es una buena noticia" ya que la cancelación de la deuda con el Club impulsaría la llegada de inversiones y la colocación de deuda con mejores intereses, "acorde con la de otros países emergentes".

Versiones de prensa señalan que el gobierno cancelaría todo lo adeudado el próximo año y en efectivo, tal como propondrían miembros del Club de París.

Consultado si el ejecutivo aceptará pagar en ese plazo, el ministro de Economía, Amado Boudou, admitió a las radios Mitre y La Red que eso "forma parte de la negociación", pero el gobierno no tiene previsto hacerlo.

"Vamos a empezar a negociar un plan de pagos que sea acorde con el crecimiento de Argentina y que satisfaga a los acreedores", agregó.

Para Rozanski, se abre una etapa de acercamiento de posiciones, y las dos partes tienen la voluntad de resolver la situación. "Argentina planteará pagar en más tiempo del que quiere el Club de París. Los rumores hablan de dos o tres años", sostuvo.

En la negociación tendrá que definirse si Argentina debe pagar intereses punitivos, lo que llevaría la cifra adeudada a unos US$7.700 millones, explicaron economistas a AP.

Se estima que Argentina intentará cancelar con reservas del Banco Central o usando el superávit fiscal.

El país ingresaría un importante nivel de divisas el año que viene gracias a la creciente demanda internacional de productos agrícolas.

Tras ese paso con el Club de París, Argentina deberá sincerar el índice de inflación, que según distintos economistas está subestimado, para dar una imagen de mayor previsibilidad y seriedad a los mercados financieros

El gobierno calcula una inflación de 8,9% para el próximo, mientras distintos economistas señalan que estaría en torno al 30%.

Rozanski y Gismondi señalaron que es necesario normalizar el funcionamiento del Instituto Nacional de Estadística y Censos, a cargo de calcular la inflación y otros datos sobre la economía, y que está intervenido desde enero de 2007, cuando gobernaba el presidente Néstor Kirchner, antecesor de Fernández.

La injerencia oficialista en el organismo busca reducir el costo de la deuda pública, dado que un alto porcentaje de títulos emitidos por el gobierno se ajustan de acuerdo al costo de vida, según economistas.

La normalización de las relaciones con el Club de París es el paso que los mercados esperaban por parte de Argentina después del canje de deuda que el país concretó en junio por un valor de US$12.067 millones para los tenedores de bonos en cesación de pagos.

Los bonistas que ingresaron a este canje fueron los tenedores de bonos en "default" que no se habían adherido en 2005 a una reestructuración de la deuda que Argentina tenía en cese de pagos desde diciembre de 2001 por valor de US$95.000 millones.

Según Gismondi, el hecho de que el FMI no vaya a intervenir en la negociación y que todavía no estén sincerados los índices de inflación "le quita un poco de vuelo a la noticia" de que el país esté dispuesto a cancelar su deuda con Alemania, Japón, Holanda, Italia, España y Estados Unidos, sus acreedores en el Club de París.

Pero Boudou celebró que el FMI no tenga ninguna injerencia. En 2006 el país canceló su pasivo de US$9.500 millones con el organismo de crédito.

Para el ministro, saldar lo adeudado "va a liberar la posibilidad de créditos blandos hacia la Argentina" y determinará "la salida definitiva del default".

"Quedarán solamente los fondos buitres", dijo en referencia a menos del 8% de los bonistas que siguen reclamando lo que Argentina les debe en los tribunales internacionales.

 

AP