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Aprueban reforma financiera en EU

La Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó la reforma financiera. La legislación suministra un marco sensible de reglas y normas para que las instituciones financieras sean responsables de sus acciones.

1 de julio de 2010

Casi dos años después de que el derrumbe de grandes firmas de Wall Street dejó en vilo a la economía mundial, la Cámara de Representantes aprobó una amplia reforma de las leyes financieras, que permite al gobierno supervisar desde las pequeñas casas de ahorro hasta los gigantescos consorcios en la ciudad de Nueva York.

Sin embargo, la iniciativa sigue sin tener garantizados en el Senado los votos suficientes. La cámara alta fue forzada a demorar su votación hasta mediados de julio, lo cual le impidió al presidente Barack Obama una victoria antes del Día de la Independencia.

Los demócratas bregaron por obtener los votos de un puñado de senadores republicanos, aunque se habían satisfecho sus exigencias con el retiro de un impuesto a grandes bancos y fondos de riesgo por un total de US$19.000 millones.

El presidente Obama dijo que la aprobación en la cámara baja es una victoria para todos los que fueron perjudicados por lo que describió como la "temeridad e irresponsabilidad" de Wall Street que causó la perturbación financiera y la pérdida de millones de empleos.

La legislación suministra un marco sensible de reglas y normas para que las instituciones financieras sean responsables de sus acciones, expresó el mandatario. La iniciativa también ayudará a impedir otra crisis económica como de la que ahora apenas se recupera Estados Unidos, añadió.

El proyecto de legislación, comprendido en un voluminoso paquete de 2.000 páginas, tiene la fuerza potencial de reescribir la historia de la regulación en Estados Unidos al someter a revisión las simples compras de supermercado y las extravagantes transacciones con los instrumentos financieros llamados derivados. Y todo el sistema financiero sería colocado bajo observación de posibles riesgos para evitar una nueva amenaza de crisis financiera.

La votación en la cámara por 239-192 representó de manera general el respaldo demócrata y el rechazo republicano, pero el proyecto recibió más apoyo que en diciembre cuando ningún republicano favoreció la versión de la Cámara de Representantes. El nuevo proyecto combina la iniciativa de la cámara baja con la versión que el Senado aprobó el mes pasado.

"Nunca otra vez, nunca otra vez debe la codicia de Wall Street generar tal sufrimiento a nuestro país", dijo el líder de los demócratas en la cámara baja, Steny Hoyer.

Los republicanos interpretaron la ley como una facultad desmedida del gobierno que poco haría por evitar nuevos rescates de instituciones financieras en bancarrota. Se quejaron de que la iniciativa no imponía restricciones más rigurosas a Fannie Mae y Freddie Mac, las enormes firmas hipotecarias que fueron forzadas a participar en los cuantiosos rescates federales luego de que sus cuestionables prácticas de préstamos contribuyeron a la crisis en el sector de la vivienda primero y luego a la caída de la economía nacional.

"Esta legislación es un claro ataque la formación de capital en Estados Unidos", afirmó el representante Eric Cantor, el segundo republicano más poderoso en la Cámara de Representantes. "(La iniciativa) se propone evitar una próxima crisis financiera, pero lo hace ampliando considerablemente las facultades de los mismos reguladores que no pudieron evitar la anterior"

Los negociadores de las cámaras baja y alta tuvieron que reunirse el martes para eliminar el impuesto de los US$19.000 millones con la esperanza de superar las objeciones de los senadores republicanos Scott Brown, Susan Collins y Olympia Snowe, que rechazaron la versión del Senado el mes anterior.

Desesperados por conservar los al menos 60 votos que les permitieran eludir escollos de procedimiento, el presidente de la Comisión de Servicios Financieros de la cámara baja, Barney Frank; el titular de la Comisión de Banca del Senado, Chris Dodd, y miembros del gobierno de Obama se esforzaron hasta que pudieron retirar el gravamen y concebir otros mecanismos para financiar el costo de la iniciativa.

Al final, los negociadores —que votaron en función de su filiación partidista— decidieron solventar el proyecto con US$11.000 millones generados mediante la desaparición del impopular Programa de Alivio para Activos en Problemas, el nombre oficial del rescate bancario con un costo de US$700.000 millones que fue creado a finales del 2008 en el momento más complicado de la crisis financiera.

También acordaron aumentar las primas preferenciales que pagan los bancos comerciales a la Corporación Federal de Seguros de Depósito para garantizar los depósitos bancarios. El incremento no afectaría a los bancos con activos menores a US$10.000 millones.

Ante esa situación, Collins dijo el miércoles en un comunicado que ahora estaba inclinada a votar por el proyecto.

 

 

(AP)