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Airbus da ventajas fatales a Boeing en lucha por cielos mundiales

El martes, la compañía admitió que enfrenta una demora de otros seis meses en la entrega del A380, un retraso que eliminará unos US$2.500 millones de la ganancia operativa de su controladora.

17 de junio de 2006

Como los problemas en torno a algunos de sus proyectos clave han empeorado en los últimos días, la fabricante europea de aviones Airbus corre el riesgo de que su principal rival mundial, Boeing Co., tome una ventaja sustancial que dure muchos años. Estos problemas podrían poner a Airbus en una situación de clara desventaja, en un momento en el que está compitiendo con Boeing para venderles a las aerolíneas la última generación de aviones que saldrá al mercado en los próximos años.

Con pocos días de diferencia, Airbus se ha visto afectada por las demoras en su importante modelo A380, anunciado como el avión comercial más grande del mundo, y por las críticas de los clientes al diseño de otro modelo clave. Mientras tanto, al producto más importante de Boeing le está yendo mucho mejor de lo previsto.

Los aprietos de Airbus quedaron muy claros esta semana. El martes, la compañía admitió que enfrenta una demora de otros seis meses en la entrega del A380, un retraso que eliminará unos US$2.500 millones de la ganancia operativa de su controladora, European Aeronautic Defence & Space Co. (EADS), que posee el 80% de Airbus.

Otro proyecto de Airbus sufrió un golpe el miércoles, cuando Singapore Airlines anunció que iba a ordenar 20 de los nuevos "Dreamliner" 787 de Boeing, en un acuerdo por US$4.520 millones según el precio de catálogo. La orden llegó justo cuando Airbus estaba mejorando el diseño del A350, el cual ha sido criticado por los clientes por sus desventajas frente al "Dreamliner".

Todo esto ha llevado a una fuerte caída en las acciones de EADS, que ayer se derrumbaron un 26,32% hasta su nivel más bajo en dos años. Los problemas han planteado dudas sobre la gerencia y la estrategia de EADS, lo que presenta un desafío para su copresidente ejecutivo, Noel Forgeard, quien supervisó el desarrollo del A380 y restó importancia al éxito del "Dreamliner".

Durante una conferencia telefónica con analistas, Forgeard rechazó los rumores de que los contratiempos pudieran costarle el puesto. "Ahora tenemos que encontrar la manera adecuada de avanzar, en lugar de buscar culpables", aseveró.

Pero Forgeard estará bajo presión para explicar los pasos en falso de Airbus. Según el regulador del mercado bursátil francés, AMF, Forgeard vendió acciones de EADS a inicios de marzo, o menos de tres meses antes de alertar sobre los nuevos atrasos con el A380. Un vocero de la compañía dijo que el ejecutivo no estaba al tanto de los problemas de entrega del modelo al momento de vender acciones.

De todas maneras, Airbus enfrenta un gran dilema: recobrar la ventaja en el mercado de rutas de larga distancia le costará miles de millones de dólares. Los retrasos en el A380 ya le están costando a la compañía más de US$12.000 millones, el doble de lo planeado. Además, debido a los largos ciclos que tiene la fabricación de aviones, Airbus ya está tres años detrás de Boeing en sacar el A350 al mercado.

Si la fabricante europea de aviones prosigue con sus planes de comenzar con un nuevo avión, esta fecha podría demorarse aún otro año, dando a Boeing más ventaja.

Airbus enfrenta una dificultad adicional: debe encontrar la potencia de ingeniería y el financiamiento para sostener sus múltiples programas. Estados Unidos y la Unión Europea ya están demandándose mutuamente ante la Organización Mundial del Comercio sobre si Airbus debe tener derecho a recibir préstamos preferentes del gobierno. EE.UU. dice que estos préstamos son subsidios injustos; la UE no está de acuerdo. Si Airbus intenta conseguir esos préstamos mientras el caso se tramita, podría ayudar a echar leña al fuego en una posible guerra comercial.

Airbus parece tener pocas opciones excepto realizar la inversión.

El alza en los precios del combustible y una tendencia reciente hacia los vuelos de larga distancia que evitan las conexiones en aeropuertos de mucho tráfico están haciendo que muchos se pregunten si el A380, que tiene 555 asientos y fue diseñado para volar entre aeropuertos importantes, ha sido una mala apuesta a largo plazo.

Boeing, por otro lado, comercializó con éxito sus modelos 787 y 777 como más cómodos y más eficientes que los aviones de dos pasillos de Airbus. Como consecuencia, Boeing ha sido capaz de ganar casi todas las ventas importantes de los últimos dos años, en algunos casos tentando a los clientes de Airbus a cambiar de marca.

Los problemas repentinos de Airbus son un ejemplo de mala suerte, pérdida de objetivos y orgullo desmedido. En muchas maneras recuerda los problemas que Boeing enfrentó hace una década, cuando una ávida Airbus recientemente creada comenzaba a quitarle seriamente participación de mercado con nuevos modelos siempre un poco más avanzados que la línea de productos de Boeing.