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Agricultores alarmados por leyes inmigratorias estrictas

Después que el gobierno de George W. Bush anunció que los empleadores que contraten a sabiendas a trabajadores indocumentados serán pasibles de sanciones, muchos agricultores dijeron que se verán muy afectados.

16 de agosto de 2007

SAN FRANCISCO _ Mientras la fruta se pudre en los campos, las vacas sin ordeñar padecen en los establos y algunas granjas cierran, los agricultores pintan un panorama sombrío sobre su actividad a causa de las nuevas políticas federales inmigratorias.

Particularmente vulnerables serán los cultivos frutales que en estos momentos están contratando miles de trabajadores temporales en preparativo para las cosechas de julio a septiembre. La medida entrará en vigencia a mediados de septiembre.

Andy Casado Jr. es un contratista agrícola con casi 800 trabajadores que también cultiva y empaca fruta.

"Calculo que el 80%, el 90% de la fuerza laboral agrícola es ilegal", afirmó. "Poner en vigencia esta regla será catastrófico".

Aunque desde hace tiempo es ilegal contratar a alguien no autorizado a trabajar en Estados Unidos, los agricultores se arriesgan a que los documentos presentados por los 1.600.000 trabajadores agrícolas en el país no sean válidos, dijo Howard Rosenberg, de la Universidad de California.

Las organizaciones que se oponen a la contratación de inmigrantes ilegales saludaron la medida en la esperanza de que desactive el imán que ha atraído a nuevos inmigrantes.

Pero los trabajadores agrícolas lo ven sólo como un esfuerzo más del gobierno por quedar bien a expensas de la gente que ejerce los trabajos más duros y peor pagos en el país.

"Siempre hay más presiones sobre la comunidad inmigrante", dijo uno de los trabajadores, Gerardo Reyes, de Immokalee, Florida. "Estamos asegurándonos de que los alimentos lleguen a las mesas de todos".

Tanto los agricultores como los trabajadores coinciden en que las medidas más enérgicas podrían perjudicar a todos.

"Vamos a enfrentarnos a la posibilidad de despedir empleados, ya sea que los documentos sean válidos o no, sin que nadie ocupe sus puestos", se lamentó J. Allen Carnes, presidente de Winter Garden Produce en Uvalde, Texas.

Carnes dijo que ya ha padecido escasez de trabajadores en los últimos años debido a una vigilancia más estricta en la frontera.

Steve Pringle, director legislativo de la Oficina Agrícola de Texas, dijo que la medida del gobierno de Bush coloca a los empleadores en una situación imposible.

"O bien obedecen la ley y ven pudrirse sus cultivos, o intentan cosecharlos arriesgándose a ser castigados por el gobierno federal", precisó.

Debido a que una aplicación más estricta de la ley podría afectar la agricultura, el secretario de comercio Carlos Gutiérrez ha dicho que el Departamento de Trabajo procurará hacer más eficiente el actual programa de trabajadores temporales que permite a los agricultores solicitar trabajadores extranjeros.

Pero los agricultores manifiestan dudas sobre lo que pueda lograrse con un programa que consideran burocrático y costoso.

Casado, el contratista californiano, recientemente cursó un seminario sobre el programa. "Aprendí mucho, pero una de las cosas que aprendí es que no puedo hacerlo por cuenta propia", dijo.

Unos 70 cultivadores se reunieron esta semana en Fresno, en el valle agrícola del centro de California, para debatir opciones, compartir experiencias y expresar su frustración.

El estado recoge, empaca y despacha la mitad de los vegetales, nueces y frutas cultivados en Estados Unidos cada año. Los cultivadores dependen de 225.000 empleados de todo el año y el doble en el verano.

Seguir el rastro de quienes presentaron documentos cuestionables semanas o meses antes en un sector laboral con tanta movilidad va más allá de lo que debería esperarse de los agricultores, dijeron.

"Nos endilgan la tarea policial", se quejó Russel Efird, que cultiva almendras, nueces, uvas y otras frutas y dirige la Oficina Agrícola del Condado de Fresno. "Esto nos dificultará mucho cumplir nuestro trabajo".