El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. | Foto: Presidencia

Relaciones

Santos abogó por Cuba y criticó postura de Estados Unidos

Durante la inauguración de la Cumbre de las Américas el mandatario Juan Manuel Santos pidió no ser "indiferentes" y "tercos" ante los cambios en Cuba.

14 de abril de 2012

El presidente de Colombia y anfitrión de la VI Cumbre de las Américas, Juan Manuel Santos, pidió no ser "indiferentes" y "tercos" ante los evidentes cambios que se están produciendo en Cuba, al abogar por que el país caribeño sea aceptado en las próximas cumbres continentales.

"No podemos ser indiferentes a un proceso de cambio al interior de Cuba, que es reconocido, y ese cambio debe continuar. Es tiempo de superar la parálisis que lleva a la terquedad, por el bien del pueblo cubano", manifestó Santos en la inauguración de la Cumbre que hoy comenzó en Cartagena de Indias.

Santos solicitó así a todos los gobernantes presentes, entre ellos el estadounidense Barack Obama, "tender puentes" para superar esas diferencias porque "el aislamiento, el embargo, la indiferencia, el mirar a otro lado, han mostrado ineficacia".

También dijo el presidente colombiano que un siglo después hay que hacer un alto en el camino en la lucha contra las drogas porque el negocio sigue pujante y la drogadicción es un problema grave de salud pública que cada vez adquiere mayor importancia.

Santos también dijo que decisiones como excluir a Cuba de estas cumbres deja ancladas a las Américas "en la era de la Guerra Fría, superada hace varias décadas".

En su discurso, el presidente de Colombia también habló de la grave situación de seguridad que vive Centroamérica a causa de la violencia derivada del narcotráfico.

"Es responsabilidad de todos nosotros, de sus vecinos, en especial de los más cercanos, como México, Colombia, Estados Unidos; debemos ofrecer fórmulas que ayuden a superar esta grave inseguridad", indicó, al afirmar: "Centroamérica no está sola".

Y agregó: "no podemos llegar a la próxima cumbre sin liberar a los pueblos centroamericanos de las garras de la violencia".

Por eso llamó en varias ocasiones a "tender puentes", a colaborar entre todas las naciones del continente.

"Tenemos que comprometernos a repensar las relaciones entre América Latina y América del Norte, es hora de superar los estereotipos del pasado, como que América Latina es una región problema o que Estados Unidos es una potencia imperialista", manifestó.

Y es que los datos obligan a ello: "los países al sur del Río Grande compran a EE.UU. la cuarta parte de sus exportaciones y suministran la quinta parte de sus importaciones".

Además, prosiguió, el comercio entre las dos regiones supera los 800.000 millones de dólares, una cifra "que excede por mucho al comercio de EE.UU. con China, que es de 500.000 millones".

En cuanto a Canadá, presente también en la cumbre, recordó que "tiene más tratados de libre comercio con países de América Latina y el Caribe que con el resto del mundo y es inversor en dos de cada tres proyectos mineros de la región".

Con este panorama sólo se pueden plantear las relaciones "de igual a igual", aseveró, una afirmación que había hecho poco antes su colega brasileña, Dilma Rousseff, en el Foro Empresarial que antecedió a la Cumbre y en el que también estaba Obama.

Santos dijo así que esa "profunda interdependencia económica sirve de buena base para construir el futuro", por eso pidió a Estados Unidos y Canadá "ser socios en la prosperidad democrática y el bienestar", más allá de los negocios.

Y reclamó dar un giro a la denominada "realpolitik" (política de la realidad), que ha dominado la política exterior de Washington en las últimas décadas, para buscar "un nuevo paradigma que acepte que para ser eficaces necesitamos a los demás".

"Ese paradigma se basa en una actitud sencilla, tender puentes", remarcó.

EFE